Aunque con estas circunstancias meteorológicas aumente la dificultad de conducción y siempre demos consejos a nuestros alumnos antes de enfrentarse a un examen práctico en cualquiera de los casos, hemos elaborado también una lista de 9 consejos por si tuvieras que hacer tu examen práctico de conducir con lluvia.
Si ya de por sí los nervios el día de cualquier examen se han convertido en habituales compañeros de viaje, no hablemos entonces cuando se trata de un examen práctico de conducir. Además, si al hecho de examinarnos le añadimos una buena dosis de lluvia, la experiencia puede llegar a convertirse en un auténtico melodrama.
Pero, que no cunda el pánico porque, aunque con estas circunstancias climatológicas aumente la dificultad de conducción y ya hayas sido preparado para enfrentarte a todos los casos posibles, hemos elaborado también una lista de 9 consejos sencillos por si tuvieras que hacer tu examen práctico de conducir con lluvia.
La visibilidad se ve reducida por el agua extra que nos proyectan los otros coches, por lo que es importante aumentar la distancia de seguridad y así puedas evitar cualquier susto.
El agarre efectivo del neumático se ve afectado cuando la carretera está mojada, así que tendrás que conducir con mayor precaución y disminuir la velocidad.
Como el agarre de los neumáticos se afectado, intenta conducir sin movimientos bruscos que puedan estabilizar el coche o puedan hacer que patine.
Si fuese necesario, no entres en estado de shock si, aunque estén las escobillas trabajando a toda máquina, tus cristales se empañan. Abre las ventanillas para que desaparezca el vaho y verás con la claridad que necesitas.
Trata de sortear los charcos y aguas en movimiento. Si no puedes evitarlo hay una regla de oro: reduce la velocidad en cuanto veas el charco y no frenes. Levanta con suavidad el pie del acelerador y sujeta firmemente el volante. No trates de cambiar la trayectoria, hasta que no sientas que el coche vuelve a tener contacto con el suelo, no debes frenar. Lo más aconsejable es que sigas la huella del coche que te precede porque hay menos cantidad de agua.
Siempre hay que estar alerta en la carretera, sin embargo, en los días de lluvia es necesario que extremes la precaución ya que la visibilidad disminuye y puedes no ver con claridad a un ciclista o a otro vehículo.
Evita pisar la pintura blanca que delimita los carriles o señala los pasos de cebra. El agarre siempre es menor, sobre todo extrema el cuidado con los pasos de peatones, su adherencia disminuye bastante más al tener más superficie pintada.
Ser visto es de vital importancia. Al disminuir la visibilidad con la lluvia es necesario que enciendas las luces cortas para que veas a los demás coches sin dificultad y ellos puedan verte a ti.
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